
Tequila, pueblo mágico con un gran sabor de boca.
Tequila, sal y limón.
Tequila es un pueblo mágico que sí o sí debes visitar alguna vez en tu vida. Simplemente el camino para llegar te va transformando poco a poco el espacio dándote una bienvenida acogedora y llena de un verde agavoso. Sus plantaciones a las afueras de la ciudad nos dan una sensación hogareña que se incrementa a medida que entras a la ciudad.
Una vez en ella, sus calles de adoquín te transportan a las haciendas de antaño con un olor a agave que pocas zonas de México tienen, por no decir que es la única. Tequila, además de ser conocido por sus paisajes, es reconocido por la producción de la bebida más famosa de México, el tequila. Indiscutiblemente no podemos imaginar lo que nos puede provocar el probar el original tequila del pueblo que lo vio nacer.
¿Cómo podemos disfrutar completamente Tequila?
Caminata por las calles
Recorrer las calles empedradas es una de las actividades favoritas de los turistas que llegan a este lugar. Su estilo clásico colonial, las casas y edificios coloridos, así como las letras que dibujan “Tequila” en la plaza principal serán un gran fondo para cualquier fotografía que desees capturar. La plaza principal se caracteriza por albergar restaurantes y puestos donde el tequila es la bebida principal mientras disfrutas de un espectáculo de los voladores de Papantla y unos rayos de sol inigualables.
Cuando termines podrás pasear por sus edificios históricos como el Palacio Municipal, La Capilla del Calvario, el Museo del Tequila y el Templo de la Purísima.
Mirador del Chiquihuitillo
Ubicado sobre la carretera internacional a Tepic, se trata de un mirador que nos muestra la Sierra Madre Occidental.
¿Qué comida debo probar en Tequila?
En el desayuno no puede faltar la torta ahogada o menudo rojo. A medio día la birria o carne en su jugo y en la noche enchiladas jalisquillas, pozole o tostadas de cueritos, eso sí, con un buen tequila.