
Atole negro, herencia purépecha tomada en el actual Michoacán.
Su preparación puede variar según la región que visites, sin embargo sus ingredientes suelen ser los mismos: pelos de elote o cáscara de cacao, y en algunas ocasiones ambas, combinados con piloncillo y masa de maíz nixtamalizado.
El atole se trata de una bebida ancestral, se estima que su ingesta inició hace unos 10 mil años. Existen relatos de Cortés o Fray Bernardino, personajes de la Conquista Española, que hablan del consumo de esta bebida.
El atole negro se consume durante todo el año, sin embargo se prepara de forma especial para las festividades del Día de Muertos y durante el invierno. Esta bebida tiene la particularidad de que se prepara con ingredientes tatemados, lo que hace que sea una preparación que aprovecha una técnica muy arraigada en la cocina mexicana; de esta forma se obtiene su sabor y olor característico a leña y humo.
El resultado es un elixir espeso, negro, e ideal para brindar en fiestas o verbenas del lugar.
Sin duda es una bebida obligatoria que debes probar si planeas hacer tu viaje a esta zona del país.